
Las plumas perfectas, caídas del subsuelo,
su ruido, constante, irreparable,
colisionante,
bañando el eclipse menguante,
mermante;
Plumas de elipse, en el roto pentagrama
pintado por química distante,
de rojo estaño bramante;
Grises plumas perfectas como espinas que llevan como savia
silencio pictórico;
Gravitantes Plumas recolectando
y haciendo prisioneros en lirios diamante
a aquellos santos nevados crepitantes,
esas desproporcionadas alturas
que gritan
sin imagen
ni textura,
cimas arrítmicas que flagelan el aire descompuesto.
TODO EXISTE.
MENOS TÚ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario